BIENVENIDOS!

Nos sentimos privilegiados al poder llevar por este medio, un cálido saludo cristiano en el amor del Señor Jesucristo a los miembros de todas las iglesias hermanas, a otras personas que tienen la bendición de conocer al Señor, y a cualquier persona que anhele encontrar satisfacción completa para su vida.

Nuestro propósito es extender, a través de este medio, el conocimiento de Dios y hacer partícipe a todo el mundo de su Reino, al cual por gracia tenemos el privilegio de pertenecer.

Nuestro mensaje es el mensaje de salvación por medio de Cristo quien fuera enviado del Padre Celestial y nuestra esperanza es que todos los que oyen y ven la gloria de Dios a través de la acción del Espíritu Santo, lleguen al perfecto conocimiento de su amor.

Mildred Luz Rosario de Santana Francís Santana e Hilda santana

lagloriaesdejehova.gmail.com


viernes, 6 de marzo de 2009

¿COMO PUEDO SER SALVO?

¿COMO PUEDO SER SALVO?

Introducción.-

El carcelero de Filipos postrado ante los pies de Pablo Y Silas le pregunto: Señores ¿Qué debo hacer para ser salvo? Ellos le dijeron: Cree en el Señor Jesucristo y será salvo tu y tu casa (Hechos 16:30-31).

Es así de sencillo, para obtener la salvación es muy simple, nosotros tenemos que darle gracias a nuestro Señor Jesucristo, que dejó nuestra culpa en la cruz del calvario, ya no tenemos que pagar nada, porque Cristo pagó todo a precio de sangre. Jesucristo, es el único camino para ser salvo. En el libro de Hechos 4:12 dice: Porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en el cual podamos ser salvo.



El mismo Jesucristo dijo, que era el único camino para llegar al padre, solo a través de El podemos tener vida eterna (Juan 14:6).

Dios nos amó de tal manera, que dio a su único hijo a morir en lugar de nosotros. El pagó por nuestros pecados y murió en lugar de nosotros. El no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros seamos justicia de Dios en el (2 Corintios 5:21).

¿Que hacer?

Lo único que tenemos que hacer es, arrepentirnos y convertirnos de todo corazón. Dios ahora manda a los hombres de todo lugar, que se arrepientan... (Hechos 17:30).

Para obtener la salvación, tenemos que aceptar a Cristo como único y suficiente salvador. Creer que nuestro Señor Jesucristo murió en la cruz, para cubrir nuestros pecados, y resucitó de entre los muertos al tercer día.

Confesar con su boca, que es pecador, y apartarse del pecado de una vez y para siempre. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación (Romanos 10:10).

Tiene que nacer de nuevo

En una ocasión, se le presento a Jesús un hombre llamado Nicodemo. Este fue de noche a ver a Jesús y le dijo: Rabí (que significa maestro) sabemos que ha venido de parte de Dios, porque nadie puede hacer esto milagros que tu hace, sino viene de Dios.

Jesús le contesto: en verdad te digo, que nadie puede ver el Reino de Dios, si no nace de nuevo.

Nicodemo, muy sorprendido le dijo: ¿pero como puede nacer de nuevo, cuando ya uno esta viejo, quien volverá al vientre de su madre y nacerá de nuevo?

Jesús le contesto: en verdad te digo, el que no nace de Agua y Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que nace de la carne, carne es, y lo que nace del Espíritu, Espíritu es. No te extrañe de que te haya dicho; que necesita nacer de nuevo. El viento sopla donde quiere, y tu oyes su sonido, pero no sabe de donde viene, ni donde va. Lo mismo le sucede al que es nacido del Espíritu...

Luego Jesús le dijo a Nicodemo, nadie subió al cielo, el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que esta en el cielo. Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el hijo del hombre sea levantado, para que todo aquel que en el crea no se pierda, sino que tenga vida eterna (Juan 3: 1-15).

Nueva criatura en Cristo Jesús

Tal y como dijo el apóstol Pablo en 2 Corintios 5. 17, si alguno esta en Cristo Jesús, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; ahora todas son hechas nuevas.

Tenemos que despojarnos de ese viejo hombre y andar como hijo de luz. Porque ante éramos tiniebla, pero ahora somos luz en Cristo Jesús (Efesios 5.8).

Ya no somos cualquier cosa. Cristo nos rescató de la agarra del maligno y nos redimió de todas maldición de la ley, hecha por nosotros mismo... (Gálatas 3.13).

Cristo se entregó en la cruz del calvario y derramó su sangre preciosa, por toda la humanidad. Nos podemos despreciar ese sacrificio tan grande.

Esperamos, que este materia sea de bendición a su vida...

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